lunes, 21 de diciembre de 2009

Eterno problema con las matemáticas

Lo bueno de la poesía
es que no se puede calcular
lo triste ni lo bello
entonces todo se puede desmedir
y volver a su origen innumerable
y lavar con besos porque nadie te ve
como cuando el espejo se te llenaba de baba
y el corazón de mentiras volaba mentiroso
y tú soñabas
que lindo era que todo se fuera consumiendo
Los días no tenían peso ni sustancia
cada cual era imposible a su manera
Yo tenía hasta bandera y pensamiento
y un par de ideas estrictamente poéticas
llenaban mi capacidad de cálculo

3 comentarios:

Jose Miguel Adaros dijo...

y qué pasó? yo perdí la inocencia, y sólo me quedan palabras calculadas, ritmos en versos sumados, y restas de emociones clandestinas... como leí por ahí, la soledad cosida al abrigo y las ganas de volver a escribir y actuar poesía.

campesina dijo...

ser imposible, tener banderas y poesía, no calcular, ¿será que algo debe ocurrir, un milagro o un error de cálculo y todo lo feo sea sólo un sueño feo?

nos debemos una charla, y por ahora te mando un abrazo de buenos deseos, íntimos y colectivos.

qué lindo está tu blog, lleno de ideas estrictamente poéticas...

Asminda dijo...

sin medida, sin fin, sin comparación