martes, 17 de abril de 2007

El problema de los qualia

En el principio era el verbo diarreico. No había correo electrónico ni lapices ni papel higiénico. No había dónde anotar los restos de muerte que quedaban atrapados en los dientes, no había caso, ni ley ni crepúsculo donde amanecerse...

No había erudición, solo una búsqueda ciega, estúpida, llena de sonrisitas asombradas ante cualquier estrella fugaz, ante cualquier constelación. Ante cualquier trastorno lunar, una exclamación salía de la boca como un borbotón de espuma. No había remitente, ni pedazo. El significante era imposible también, la mujer amada era imposible. Uno corría por el número, se resbalaba del sentido, rozaba una pezonera llena de estalactitas, sacaba leche de algún sujeto maternatoso, sedimentoso en los matorrales donde la abeja copuleteaba con sus lanzetas y daba hijos multiplicados inconsistentes inconsecuentes inconscientes, el semen no tenía nombre, no había río, no había paternidad, no había misa, ni mezcla ni pensamiento donde quedarse. Todo corría como ríos de nombres ciegos, como anonimias llenas de sed sin ser...

domingo, 8 de abril de 2007

Guiño

Algunos sabuesos que saben a tristes
anotan sus sílabas pedantes
en huesos husmeados
por miles de perros

Ahí dejan su pretensión
lingüistica
su babosa prosapia anónima
su incógnita invisible, su desafío inútil
en fin, su simbólica precariedad
que ni siquiera da
para un discurso...

Suele suceder
que los perros que buscan un amo
intentan balbucear algunas letras
Buscan algunos nombres que decir
saben algunos datos vagos y maldicen en las sombras
como perras pedigüeñas...

viernes, 6 de abril de 2007

Trauma

Las frutillas
rubicundas
que se escriben con silencio
y manchan los labios vacíos

y lamen los tontos hambrientos...

Son secretos
que bajo los pantalones
de los indefensos
estallan en meses azules

y dejan recuerdos horrendos...

domingo, 1 de abril de 2007

Lee,
cariño triste, la carta
despacio de modo
que tus letritas y mis letritas ramplonas
diente con diente
choquen
desmoronándose

Lee como si fueras a desangrarte
y fácilmente se abrieran los silabarios
en los cerebros de los anónimos

Lee como hace tiempo tú misma me lo dijiste
buscando que la presión de las vocecillas en tus oídos
brille, buscando que quepan métricas sucias
en melodías puras, ardiendo en la lengua un metal
guiado por el sonido
chasqueando la lengua llena de luna
salada
abriendo la puerta roja
de tus congéneres...

Lee apuntando con la mirada
un órgano
lee buscando la bastardilla ciega
apretando un pulso
echándole leña a tu corazón caliente
dejando que desesperen tus combustiones
ajándote, imaginándote que la espuma
que tienes en la boca
baje hasta ese panal que desarrollas
en la hondonada...