miércoles, 8 de septiembre de 2010

Pan en tu camino

Y es la hora de apenas
unas pocas sensaciones más
un trago triste una pequeña rayadura
en el verso largo
antes de dormir
y soñar con que se muere el tiempo de una vez por todas
y nada depende nada de nada
y los tres tristes tigres por fin
pueden decir su canción inútil...

Labios mayores

Y la última luz que te habitó
fue definitivamente la más bella
Apenas supe que serías te nombré
Supe de ti antes de la voz que te nombrara
puse en tu boca dientes antes de que amaneciera nadie
y deposité preguntas antes de que supieras besos
No me preguntes qué gané
total la boca apenas sabe
por qué goza.
La comida, la besadura que entra
por sus entrañas
no tiene significado alguno
hasta que incide de alguna manera en la memoria...

Penumbras a esta hora de la vida

Apenas
insistí
sentí que se ponían
en contra
las raíces
Todos los corazones me miraban con acento
como si quisieran decirme
alto
como si no quisieran nada más que hablar
en versos
y morirse de infartos largos
como olas
nada más acostumbrado al hombre que el precio
de las cosas que lleva puestas
nada más acostumbrado al aire que el perímetro triste
de lo que se respira.
A veces llevo bien puesto el nombre
otras veces desprecio las cosas que me llevan en su memoria
sobre todo las pobres que a veces recuerdan como me llamo
o mi guitarrita seca
sin gracia
o mis oraciones célebres
muertas.

Apenas tenga un reloj lo haré morir...

abrazo

No estuve suficientemente consciente
de tu sonrisa semilunar
de tus materiales inconsistentes
de tu extraña relación con los resortes de lo bello
o de lo trágico
Apenas supe cuánto tiempo pasaba
por tu orilla
en cuánta pena depositabas tu espesura
con cuanta rabia puteabas en silencio...
La espuma de tu belleza alzó su cristal invisible
pensó por sí misma
depositó su extraña opacidad
y me regaló el mejor de los abrazos.
Nadie me ha abrazó como jamás lo hiciste
nunca nadie quiso tanto de mi cuerpo
con nadie postulé a tanta tibieza...