sábado, 19 de julio de 2008

Intenciones horizontales

A veces
tras muchas insinuaciones
ella golpea la mancha de sangre que deja él
Ella se apoza buscándole las pupilas
y él, ventanal, ventanosamente las abre
y abre sus labios también
para depositar un ataúd o un abecedario
pero lo cierto es que en mitad del rito
una pequeña mariposa de sombra
huele el rastro de sangre que deja
una pequeña mariposa de luz
y empiezan a palpitar ahí
las intenciones horizontales

Vanidad al sol

El cuero al sol
con el nombre por el lado en que se ve,
con la sonrisa por el lado en que seduce,
con la erección por el lado en que somete...
El contenido al sol
con versos de nunca acabar
con el centro de la piel, con la pulpa del ser
resplandeciente
desenvolviéndose como una oveja
a la que no se le debe temer
Como un panal con miel
como un espejo pendiente de proceder,
con todos los apellidos, con los antepasados
con el color que enorgullece la piel
con zapatitos bien amarraditos
con cara de triunfador, con modales de gato, con guaripola
con dientes en perfecto estado
sin muertos que recordar, sin damnificados
sonriente casi hasta reventar
A más no poder
con anillos, con modales
con finura
dejándose entrever
dejándose retratar
Alargando los brazos no para amar
sino para permanecer...

Secretos que tenemos

En libertad te susurro desatado
como un puñado de origen
lentamente
y luego te desprendo silenciosa
libremente incendiada y permanente
Estampo en superficies regulares
estampillas azules aparentes
arquetipos de amores, corresponde
esquelas y florcitas perfumadas,
resquemores, secretos, subterfugios
pendulitos, limones florecidos...
En libertad te lo digo
y en sordina
pronunciando epicentros donde pulso
las hélices de piel que has desplegado
como si fuera noche y libremente
circularan los besos espumosos
y quedaramos ciegos de mirarnos
después de habernos dicho en los espacios
secretos que tenemos
que morirnos....

Tajada

Me quieres inquirir?
le pregunté silbando como cayéndome del margen
me quieres silbar? le quise decir al oído borrándome las imágenes del corazón
porque después de todo yo mismo quería
dejar de quererla en el acto, sin revolución
actuarla como apagándola de un clic
vencerla sin oponer resistencia en ella, desde siempre
como un solo núcleo hacerla desdecirse impávida
en cenizas como cuando se apagan soles enteros
en medio de atardeceres torpes, como cuando los soles
van al matadero, al atolladero al refinadero
y en el filo de las preguntas que se hacen sin pensar
uno mismo termina metiendo el cuchillo en el fondo de ella
destripándola sin sentido, arrepintiéndose del tajo para siempre...