domingo, 12 de junio de 2011

Los de abajo

Y en esa imagen azul
tú eras más triste y erótica
que el océano
más desafiante y sensible
que una mañana
más liviana y sensacional
porque te acababas
donde me daban las ganas a mí
de empezar
a explorar
tus
sensaciones
una por una como si fueran lágrimas
y entender qué tenías bajo el alma
cuánta ropa del sueño
se te podía arrancar
desde los orígenes
con cuántos placeres quedabas vestida
o sin alma definitiva
de cuántos besos hablábamos para matarte...

La vida sola y sus pendones

De todas las soledades
la más sola
es la que paso en secreto
sin sensación
medio recostado, quizás medio muerto
frío como un hueso de la rodilla más irreal
y luego pasa diciembre
siempre apurado
rodando como cabeza decapitada
y pasa gritando y yo apenas oigo
que mi silencio no tiene nombre
y piensa por sí solo
en sí mismo
toda la realidad de los egoístas
una extensa planicie llena de nombres propios
y pocas plantas
un eterno sentir sin oxígeno, algo enrarecido en el ambiente
una gota de sangre que lleva semen
en su interior...

Acuerdo

Recuerdo
donde el mar
mejor golpeó tu imagen
debajo de la imagen
misma
de la espuma
de todos menos restos del agua
que quedaron
pegados a tu sueño apenas solo
Me gusta recordar cómo serías
si arrastraras el sol
bajo el tiempo en la arena
recostados
muriéndonos de frío
apenas abrazados a un pisco
a marihuanas irreales pocas
pero por sobre todo
la tarde
la tarde que caía bella y absoluta
y sensacionalmente
real
como un llamado de teléfono acuciante
como una triste mentira de perfil
como un papel gastado un vidrio opaco
como todos los besos que guardé
sin administrar
como todos los impulsos que quemé
sin sentir
y finalmente como las cosas bellas
que siguen siendo transparentes
que apenas se pueden tocar
que tienen frío todavía
y crecen firmes...