sábado, 26 de diciembre de 2009

Canícula

Me cuelgan del cuerpo
adornos secos
como al árbol de navidad
que miro derretirse
de calor
Me cuelgan sensaciones
que arrastro bajo un árbol
y me quedo dormido esperando
que se lleven mis basuras
mis repulsas, los vinagres que se despiertan
recién de su siesta
y que puse a fermentar por si pasaba
que me hicieran feliz las cosas muertas
El calor se levanta las faldas y me muestra
su extraño sexo que no es de fuego
pero que irradia
rabia
que irradia siglos donde todo húmedo
parecen letras
donde toda sed parece ser una miseria
donde todo el mundo espera algo
y mira con desesperación como se queman sus cosechas
como reverberan las indecencias
como se incendian las sandías
sin tener nada que hacer
más que matarlas a hachazos o besos
o lo que se tenga a mano
en el momento

2 comentarios:

Jose Miguel Adaros dijo...

Uf, intenso y fuerte, como siempre. Me gusta cómo escribes en ese torbellino de reflexiones, criticas y emociones. Salu2

Asminda dijo...

Buenísimo, siempre tu toque personal