Las veces que llegué donde te fuiste
y sentí tu calor
sin tus sentidos
y me puse de guata
para olerte
y no quedaban cáscaras ni pelos
de ti
ni orillas
ni olores
ni diplomas de ninguna especie
y tú eras una especie de unicornio
volátil
de ser desmesurado
de mito
escrito
en plumas
de colores
Yo llegué a que se te fueran
los pólenes del alma
llegué al borde del domingo
cuando la otra semana
que viene
no sabe si vendrá
cuando aún no había nacido
tu sonrisa
y tú creías aún
que todo estaba intacto
en algún sitio...
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