domingo, 4 de septiembre de 2011

De la mujer

Aún no conservo nada de ti
nada en la ducha, nada que tenga sentido
nada del alma
todo parece como palabras puestas en el aceite hirviendo
como palabras que después se comen
en el interior
de uno mismo
como ardientes carnes de labios
que no sonríen
porque los labios de las vaginas
jamás sonríen
son labios que tampoco besan
son labios que no se llueven y no se quiebran
bajo la sal desértica del tiempo
Nada de esa apariencia triste conservo de ti
todo parece arena en relojes muertos
nadie mueve la sombra del horizonte
el amanecer parece cosa de noches
la boca que ya me diste a beber
tiene más palabras...

No hay comentarios: