miércoles, 7 de enero de 2009

Portales

Mi taza de café murió de olvido
A muchos no les dije
pasó de largo el vaho de su aroma
perdió calor luego perdió tibieza
luego
perdió cuerpo
como todo lo demás
Todo se muere en la penumbra, en el pórtico
por eso los porteros tienen secretos extraños, guardan ambiciones impuras
ven venir, ven irse al mismo tiempo a todo
y lo guardan como un secreto importante
y todo lo tiñen de memoria muda
como un engañoso filo demorado...

Mi cigarro murió en mi boca muerta
de incendio de esperanza, escepticismo
de espuma dolorosa de inviernismo
de sueño de haber visto demasiado, de haber muerto demasido
o dormido demasiado
el corte sueña que se recupera que se cura
que se regenera
la piel sin llaga sueña que se corta
goza dolorosa con la idea de fluir
o derramarse

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