sábado, 24 de enero de 2009

Cat

Rozo al gato
íntimo
de su conciencia peluda
al equilibrio mecánico
Toco sus estirpes faraónicas
su sombra elástica
su afecto insípido
Me cuelgo un rato de su instantaneidad
cierro en mis ojos la imágen de sus ojos
y veo rápidas las cosas que rodean mi sombra
y me instalo de nuevo en mi descanso humano
comprobando si mis certezas siguen intactas
si el gato no se robó mis ciencias exactas
si me falta algún número
algún dato, una palabra
si me falta un sentido
o si me sobra un instinto
Quizás rozando al gato
él se llevó algo de mí
o me dejó algo de él
Entonces sueño y sé que soy
quizás en toda le extensión de mis imágenes
pero quizás extrañamente elástico y mortal
pero también perpetuo, onírico, animal
lleno de sensación
sencilillamente sensual
y sin religión...

1 comentario:

campesina dijo...

Me gustó mucho este espejo de doble faz, el gato y el hombre...
con-fundidos. Hay cierta cadencia felina en las frases y en las imágenes, dos formas de mirar...

O me sobra un instinto