Hace siglos que vengo huyendo de la cicuta y las parrilladas. Quise hacerme vegetariano insomne, rectilíneo insolente, preciso en alguna materia compuesta o descompuesta.
Hace siglos que cargo una ignorancia morbosa, llena de pretensiones e imprecisiones. Lo que leo lo olvido inmediatamente a discreción. Después lleno con ráfagas de saliva mis odios vip, mis tarjetas de crédito que no creen en mí, me golpeo el pecho con muchas de ellas
con un puñado de insatisfacciones voy a tomar el sol, abro el obituario lleno de una ansiedad nombrada...busco letras conocidas, sonidos familiares, rostros cercanos de nombres espúreos...
Hace siglos fermenta un anonimato en ciernes
una película mala en mi cráneo duro. Fermenta como las alucinaciones de las ilusiones
como las delusiones de las desilusiones
entonces se convierten en destilados los cabellos del ángel, los delirios sucumben en una especie de yogur cortado muy malo, muy malo
entonces la imaginación, que hace siglos se viene destilando
se viene goteando por ventanas altas, por callecitas con olor a mariposas
por sebo sobado por manos manuales
por hoyes por ayeres circunspectos
por cantares por cantatas por cantinas...
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