Aguante

A los amarillos de espiritu, a los amantes de las nebulosas, de las imprecisas crepitaciones de los desequilibrios menores
A los vencidos, a los cansados
a los amantes de antes que amanezca
a los trasnochados que ya no tienen besos en la boca de tanto que han pasado por los bares
borrándoselos con whisky
A los que aún tienen tizne de impresiones soñadas
a los que acarician la idea de quemarse por alguien, a los que aún mantienen viva
la idea estúpida de hundirse en un barco por desinterés, por abandono, por delirio
sean bienvenidos en este círculo sordo, de fogata malherida, de apariencias invisibles
Traigan un poco de sombra compartida, de olor a corazones, de cigarros húmedos
traigan historias del centro de sus vidas, de pulpa ciertamente y vengan con sus sueños
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