domingo, 1 de mayo de 2011

Descartes y su espejismo

Por esa puerta
el alma
ya no pasa
Engordó con todas las sustancias inmateriales
que se comió
perdió la línea áurea
pasó de sombra a cera
y de cera a grasa
y ya la muerte misma
no pudo contenerla
y le pasó materias por la cara
la embadurnó de barros y de plasmas
le hizo creer que todo era silencio nuevamente
pero ahora hacían ruidos sus pisadas
su exceso material su piel colgante
su proyecto de cuerpo indecoroso
los dientes de marfil que le crecían
las flores que salían de sus pechos
las aguas detenidas de sus ojos
la espesa lentitud de su excremento...

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