domingo, 24 de enero de 2010

Razones

Te besé como si estuvieras triste
como si la lluvia te hubiera dejado sin corazón
como si debajo de la piel
ninguna cosa germinara
nunca más...

Te besé porque tenías rabia
y venías en un tren nocturno hacia silencios
que no pasan por la boca
y luego
simplemente
porque tenía ganas
de saber cómo sabías
a qué flor desesperada
a qué biblioteca salvaje...
a qué sueño
a qué sentido
a qué abecedario de dioses...

2 comentarios:

mareva mayo dijo...

que bellas razones...

Jose Miguel Adaros dijo...

Concuerdo con concepto-aparte, a qué flor desesperada... a qué sueño... a qué sentido..
Salu2 amigo mío.