sábado, 13 de junio de 2009

Escrito en un subterráneo

La muerte de mil formas
sorpresivas
se arrastra con mil rostros
sorprendentes
y sorbetea en la punta de la cuchara
establece un límite
en el límite mismo
y luego sangra
interminablemente
y luego cuesta contener que sangre
y después se pone a soñar
entonces
recién ahí
tenemos que soportarla
Soportar la siesta larga de la muerte
con sus agazapados zarpazos
sus ronquidos enclenques
como si fuera frágil
se disfrazara de rostro conmovedor,
de fruta fresca....
En el fondo supura
la maldita
y desde ella surge una infección silvestre
para qué se preguntan
qué vertiente
intenta cristalizar,
qué prueba
o cómo significa entre tanta oración desconsolada
entre tanto trueno sordo
qué escuchará la muerte
Algún gemido distinguirá
la perra
Algún destello
de desolación
desde ese mundo sordo de los vivos
qué imperio hace arder
qué campana invisible
triza a través del paisaje
desolador
qué sueño mantiene
tiritando
definitivo?

1 comentario:

Unknown dijo...

Buena!! muy buen poema, de verdad, increíblemente tenebroso en su profundidad, cuál metro? qué estación subterránea? en qué estacionamiento?? en dónde murió