domingo, 17 de agosto de 2008

Fe

Las viejas catedrales de piedra
tienen el centro vacío. En sus naves interiores
las encíclicas se pudren, invisibles sin palabras
la fe resopla sin ser en ningún plano
la trinidad resulta ser una ecuación
y el fervor se multiplica en murciélagos que traspasan
la eternidad que ya se fue
hace milenios nadie entra en los templos
y las pupilas sin cuencas no saben dónde elevarse
y las almas sin cuerpo y las oraciones sin verbo
ya no tienen metafísica
ni física posible...

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