y perdí el dinero en circularidades
y también perdí el ánimo para comprar el pan
entonces
se arrepintieron de mí todas las confianzas
nadie quiso saber cómo lo hacía
con el asunto de la alimentación o la supervivencia
y desde entonces todo fue superficial
amé pequeñas cosas
puse empeños absurdos en casi todo
suscribí a todas las soledades
me compré todos los abacos que quedaban
los que venían en cajitas chinas de colores
los que nunca supe como complementar
compré el arroz del mundo
porque dijeron que se iba a acabar
y luego lo dejé de comercializar
perdí la libido con el arroz
me vino una especie de alergia sucia
cuando me imaginaba que crecía
en ciénagas oscuras
con olor a pólvora...
y el hambre del mundo amenazaba
con llegar a mis bordes imposibles...
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