martes, 19 de octubre de 2010

el que sabe empuja sus abejas de saber
su miel al fondo
en el amparo de las letras donde todo está ordenado
y limpio
y se bebe vino y se arregla el mundo luego
con indicaciones
con instrucciones verbales donde todo parece ser
perfecto
Nadie sabe nada cuando sabe
lo peor es que parece
y claro
huelga decir algo que sobre
porque todo parece estática penumbra
y perfecta simpatía en la armonía en el recodo en la guitarra
en los himnos que nos aprendimos como si los himnos
nos hubiesen defendido del espanto...
Saber cuelga del oro del reloj
saber es imperioso e imposible
saber no se resiste no se extiende
en la hoja, frente al mar vacía
en la hora en que olvido frente a la noche inmensa
me doy cuenta que nadie me sabía
y sumo
y sigo...

1 comentario:

Jose Miguel Adaros dijo...

Wow, interesante y potente, casi un poeta muerto, que trascendencia en la ignorancia, y qué derrota en el saber, en el alma. Muy bello poema Toño