jueves, 26 de noviembre de 2009

Sobre el futuro del poeta

Miles de poemas caen muertos
en la ciudad donde no cabe el mar
y el que no tiene nada que leer no vuelve a casa
porque no tiene a nadie a quien amar
tampoco
y a nadie le importan las letras que se hunden
las que se mojan tristes
las que se ahogan solas
No importa
el único pretexto ya no es texto
se acabó en el punto mismo
en el instante muerto
donde hay pan para mañana, parafina
cosas tristes?

1 comentario:

Jose Miguel Adaros dijo...

Cosas tristes no, solo falta de garantías...
si tan solo escribir tuviese sentido o por lo menos una ganancia mejor que la de reflexionar sobre la propia miseria o la propia mirada misera...