miércoles, 4 de febrero de 2009

Nínive

Jonás en la ballena está empezando
a ser innecesario o enredarse
en la recóndita víscera en el útero marchito
en el maldito sueño que no sabe de sí mismo
en lo que no se puede soportar
el enclave donde el superser deja el mandato lánguido
y luego no hay más que cumplirlo o sangrar o remar hacia adentro
como un sonámbulo
sin despertar sin cuestionar la fisura
la gruta donde no cuajan los abecedarios
las entonaciones que no dan con el tono
las evaporaciones, los dolores que no duelen con cara
las apariciones que desaparecen
las infradotadas las infrahumanas condiciones frágiles
finalmente las únicas que pueden respirar, las que se redimen
las que desarrollan su agallas de pescado
las que se transforman en ballenas a sí mismas
y se tragan los jonases nuevamente
los juramentos los sedimentos y los jamases

1 comentario:

campesina dijo...

Remar hacia adentro, eso, la idea es remar con el oído en los remos hundiéndose. Remar es un recuerdo y una posibilidad de volver a la orilla y descansar (siempre imagino un lago del sur...es marca de nacimiento)

saludos cariñosos